Thursday, February 25, 2010

Las ruinas

voy a dormirme
regodeándome en mi propia miseria
y soledad
pero no importa
saberte lejos
e inútil sin embargo
como estos versos míos
asqueados de vino y noche.
la mañana, con sus garras terribles
descorrerá el velo del espanto.
y vas a ver al final del libro
las páginas manchadas
ya vacías de vos
mientras el crepúsculo
vomita sus horribles notas de luz
con el día nuevo.
voy a quemar las naves,
la luna nueva me va a mirar en otro lado
estupefacta y absurda
y este montón de nada
será un recuerdo
en mis lágrimas secas.
y nada sabrá de estas noches,
de este gusto a muerte y desencanto.
hasta atiborrarme de silencio caminé
por las cornisas
de las ruinas de tus besos.
otros habrá,
es necesario
saberte hembra perdida y solitaria
entre los restos de mis recuerdos
que esta noche estoy incendiando.

Sunday, February 21, 2010

El surtidor

A mí me hace falta correr la luna
con grandes pasos de adoquín
y marioneta vencida.

Y que vuelva cada vez
la cicatriz a latir sus extremidades fantásticas.

Hielo de los tejados rechinando las puertas tibias de los placares
y las máquinas de sueños.

A la deriva del ayer y las ráfagas de dados y fusiles,
eutanasias vestidas de gala en las escalinatas del cementerio.

Huir por las calles grises amputando la sombra de la tarde
con mi escalpelo de ceniza y ruido blanco del tranvía.

Siempre el corazón contando las veletas de los gallos en los techos
y las cucharadas de jarabe que se vuelcan impunemente en las rodillas de los ciegos.

Hombres heridos de sangre y fuego primitivo,
en la cornisa de las cosas y de las cafeterías con olor rancio a percheros de hojalata.

Flores violetas atravesarán las gargantas amanecidas
y habrá un recuerdo de viejos veleros naufragando en mermelada de polen.
Ahí esta, otra vez, el surtidor, donde las almas que no existen
buscan la absolución o la medianoche.

Tuesday, February 16, 2010

Las palabras son otra cosa

Las horas ya no importan.
Las palabras son otra cosa
de estaño y viento.
Alguna esquina
un susurro diciendo
que no existe el alba.
Es necesario
cerrar los agujas oscuras
de los ojos al reloj.
Y cuántas lágrimas
entrarán en una botella
me pregunto entre copas
que se vacían sin descanso.
Afuera está la muerte,
esperando.
Esperando.

Y es temprano

Alguien podrá atiborrarse
por la noche yuxtapuesta
de sonrisas en tristes vidrieras.
Hay una avenida
de piernas antenas y zapatos
donde cierro los ojos.
Y es temprano
para huecos en la memoria
y el latido tenue de los párpados..
Arroyo partido de los sueños.
Carne viva tiritando
en las fronteras del silencio.
Detrás de los postigos
una luz tenue se apaga.
Y es temprano
para estatuas sin tiempo
y sin mañana.

Thursday, February 4, 2010

Y las lágrimas quién?

Y las lágrimas quién?
Quién me dijo palabras falsas
a la sombra de la tarde marchita?
Quién las trajo en raudos caudales
otra vez a mis ojos?
Quién me dijo que valían entonces
menos que el polvo donde caían?

Nunca sirvió

Hoy estoy triste. Y salgo a vender este montón de nada por los pasillos de los edificios, y las plazas sin pájaros y sin hombres.
Entonces viene la reconciliación de los besos falsos. La memoria no se compra ni se pierde las noches de tormenta.
Quiero volver a mirar por la ventana flores violeta y sentirme en casa. Y no vacío, con gusto a resaca y ceniza.
Quiero llamarte por teléfono y gritarte hija de puta.
Pero no sirve para nada.
Nunca sirvió.