Thursday, February 26, 2009

Muchas veces

A veces me recuesto en tus ojos.
Pero me cansaron los versos cursis.
Yo quiero ver esta noche
tu sonrisa
como un montón de jazmines
en cualquier Abril.
Que no haya relojes
ni después
ni más tarde
entre tu cuerpo y mi cama.
Tengo un tiempo
de tristeza y ruido blanco
que se apaga,
se desvanece
entre tus dedos.
Muchas veces me alcanza
mirarte
sin decir
una palabra.

Los recuerdos

Despertando de un sueño terrible
las agujas verdes
el saco tirado
sobre la mesa.
La madriguera de pensamiento
se va llenando
de aguas vivas
que no callan.
Y de los ojos que parecen candelabros
sale un fulgor maligno:
la cinta magnética
interminable
del recuerdo.
Han roto las ventanas,
apagados los relojes.
Inundaron
todos los sótanos
y las escaleras.
Después los vi alejarser
en grandes bandadas celestes
tras una botella.

Tuesday, February 24, 2009

Primavera falsa

La tarde se vuelve confusa,
entre el escritorio y el cenicero
crece un tallo oscuro.
Las palabras tienen alas idiotas,
como así la ausencia
tiene ese gusto a café frío y llovizna.
Pero afuera no hay nubes
y no significa nada el cielo tan claro
sin embargo.
Cuando miré por la ventana
la primavera se falseó en otoño momentáneo.

Wednesday, February 18, 2009

Inscripciones

Esta noche estuve solo. Completamente solo. La tarde estuvo perfecta. V. llegó alrededor de las 8. Justo cuando empezaba 'Yesterday', la versión del Anthology 2.

Estaba tan hermosa con su pelo negro y su sonrisa amplia. Y sus ojos almendrados.

Venías contenta, porque llamaste por teléfono para inscribirte en la facultad. Y fue genial verte así. Parecías otra.

Después cerca de las 10.40 pm se fue. Cuando estaba terminando de bajar el último escalón casi le grité 'Llamáme cuando llegues' pero me di vuelta y entré. No quería decírselo en realidad. Estaba bien que se fuera y volviera a dormir a la hora que sea.

Yo también me voy a dormir ahora. Mañana tengo que acompañarla a un lugar temprano. Muy temprano. A las 9 am.

Monday, February 16, 2009

Emboscada del sol

Hay tantas cosas
con un estremecimiento fluorescente.
Las ventanas
abiertas
como la mañana.
Saber
la compleja
ecucación
de las sombras
y el sol.
El musgo
hundido
en las veredas
bajo la lluvia.
La distancia
entre mis pies
y el cemento
cuando camino dormido
por las calles del barrio.
La mentira,
el desengaño,
un tango
que vomita el aguacero
con su carretilla de nuncas
y su capa
agujereada
de gotas implacables
que
quisieran ser rocío.
Hoy llegué
a las puertas del silencio
atiborrado
de vasos
y colillas.
Y se cerraron
como capullos
que no aprendieron
la dinámica de florecer.
Yo miraba
de lejos
como buscando
la lágrima oculta,
el morir
acaso.
La bengala oxidada,
el grito nocturno,
la emboscada del sol
y el fracaso.

V. duerme

I

Vos tendrías que verte
con los ojos cerrados
y la luz de la mañana
apenas
un brillo celeste
sobre el piso rojo del patio.
Y los incesantes grillos.

II

Tiene un pie sobre el otro. Y parece que ahora sueña.
El pantalón negro largo, la cinta en el tobillo derecho - también negra - y así su pelo y sus cejas.
La almohada azul, el gesto de los labios.
Y no hay mucho más que decir.
Solamente una mujer entera que duerme en silencio mientras llega el día.

Friday, February 13, 2009

Arrancamos

Es tarde para arrancar un blog. Sobre todo a estas horas de la madrugada. Con tan pocos cigarrillos, y el viento que entra por la ventana. Y el viento en la ventana y la sonrisa de una mujer que está lejos.

A veces me gustaría que todo fuera distinto. Bien distinto. Vos entenderías. Entenderías todo. Y yo no tendría que decirte nada. Te das cuenta? No, no te das cuenta. Y no me importa que no te des cuenta. Es mejor así.