Wednesday, April 7, 2010

A tantas veredas

Donde estarán tus ojos
henchidos de verano
y de arroyo
y noches junto al fuego
de vinos y besos.
Palabras de entonces
de cuando la tarde se estiraba
entre flores violetas y tu sangre.
Dicha perdida del silencio de la siesta
y de los perros amasijando el alba.
Candor del entre tiempo de las cosas,
de ese viento de esmeralda en tus ojos
y tu sonrisa despacio
enredándose entre mis dedos.
Habrá que estar vencido
a tantas noches de tocarte.
A tantas puertas,
a tantas ventanas y veredas.