Ahora explotan los jazmines del otoño temprano.
Atrás se van quedando las calles
interminables
de silencio
y lejano ruido de perros por la noche milenaria.
Me estoy yendo sin irme
esta víspera falsa
mientras las cosas de ayer
cada vez se vuelven
más borroso recuerdo
tras mis pasos.