Es el verano atiborrado de horas
como una espátula
clavada en la vereda de los días.
Miro desteñirse las auroras
en luces celestes y pestañas.
La indiferencia
también puede hacernos felices?
- me pregunto -
aplastando como un insecto la colilla
en el cenicero repleto.
Me desvelo,
camino.
Ando la casa
y su superficie limitada
de ladrillos y cemento.
No me sirve
el techo falso.
No ver las estrellas
esta noche.